La inocencia de la vida.

Desde que somos pequeños, llevamos incorporada una cualidad que nos permite ser felices durante toda nuestra existencia. Es una pena que vayamos dejandola poco a poco, día a día, año a año...

... de esta forma nos vamos convirtiendo en personas que les cuesta ser felices cada vez más...

...creo que la naturaleza del ser humano es igual a la naturaleza de este gatito. Cuando se hace mayor es un gato grande con todas las consecuencias.

Yo no. Cuando crecí me obligaron a ver las cosas de una determinada manera, a ser de una determinada manera, a comportarme de una determinada manera, y todo por los intereses y condicionamientos de las personas que me han rodeado y las obligaciones que he adquirido sin ser competencia mia. ¡He sido tan maleable! he sido tan vulnerable a estos condicionamientos que me ha costado mucho ser feliz.

¡No he sido capaz de ver la esencia del ser humano!. La persona no es la idea que la sociedad tiene de él, no es la idea que la familia tiene de él. La esencia del ser humano no es nada y lo es todo.

No es nada porque en el fondo de cada uno de nosotros no hay nada, lo que me a sucedido es que esta posibilidad siempre me ha dado miedo. El pensar que en el fondo no soy nada, era terrorífico para mí.

Ahora que soy interdependiente y tengo un margen de libertad, miro con desde aquí mi pasado y puedo comprovar que la nada siempre ha estado dentro de mí aunque no sabía lo que era.

Siempre he tenido inquietudes, he sido curioso, he visto el mundo como un medio donde adquirir conocimientos y crecer como persona. Y en parte así es, el saber es bueno y el crecer es bueno, pero lo que me ha dado la libertad interior ha sido el darme cuenta que existe la nada.

Esta nada de la que hablo es universal, en ella todo cabe. Ahí puedo meter cualquier cosa: conocimientos, curiosidades, estudios, etc, etc, etc...

Pienso en ella como una taza vacía, me da igual su forma y tamaño, pero que este vacia, ya que una taza vacia sirve para vertir cualquier cosa, en cambio una taza llena no sirve para nada.

Esto que parece tan obvio es tan profundo que ha habido gente que se ha pasado la vida meditando sobre ello.

Si no me creeis pensad en ello.